El futuro de los videojegos como un formato puramente digital y la extinción de los juegos en formato físico, ha sido desde hace mucho un tema de conversación recurrente, y aunque estamos muy acostumbrados a descargar juegos desde tiendas digitales, algunos de nosotros siempre nos hemos inclinado en favor del formato físico y su permanencia, por el simple hecho de seguir teniendo opciones a la hora de, por ejemplo, querer revender un juego o cambiarlo. No estamos seguros si el mundo está listo para un supuesto "futuro 100% digital", pero, independientemente de nuestros sentimientos sobre esta situación, el futuro digital es una realidad que se está arraigando más rápido de lo parecía en un inicio.
En el año 2018, sucedió algo significativo en este sentido. Para los juegos grandes como Assassin's Creed: Odyssey, FIFA 19, Call of Duty: Black Ops 4 y Soulcalibur VI, los comunicados de prensa sobre sus ventas se publicaban poco después del día del lanzamiento, haciendo alarde de números impresionantes e incluso rompimiento de récords. Sin embargo, a pesar de las enormes ventas, un número ha estado cayendo, el de las ventas físicas.
Desde inicios de 2018 se ha visto una gran disminución en el número de ventas físicas de los juegos más grandes; los catalogados como AAA. En algunos casos, como Soulcalibur VI, tiene más sentido ver esa caída de números, comparado con el juego anterior que fue lanzado hace mucho tiempo atrás. Pero con Assassins Creed y Call of Duty, definitivamente se han detectado cambios abruptos por el lado del consumidor. La gente está adoptando las ventas digitales a una alta velocidad.
Las ventas físicas no están siendo eliminadas, sin embargo. La venta minorista es demasiado importante para la ecuación de ventas en general, y aún hay muchas personas que no tienen la opción de un internet suficientemente rápido para soportar las descomunales descargas de los juegos modernos. Como ejemplo de 2018 tenemos a Red Dead Redemption 2, un lanzamiento sin precedentes de dos discos blu-ray, porque ese juego es enorme y Rockstar Games no quiere alienar al mercado de usuarios que aún prefiere el formato físico. Pero otras cosas están empezando a suceder junto con las ventas digitales, que creo que son una señal de un rápido progreso en la dirección digital.
Como ejemplo tenemos el servicio de Project Stream de Google, que te permite jugar juegos AAA por medio del navegador Chrome a través de streaming. Si bien esta tecnología tiene limitaciones imposibles de superar, como el latency, en general la experiencia es satisfactoria para los jugadores menos exigentes. Todo lo que necesitas es un cable Ethernet y un controlador USB. Ya no es requerimiento poseer una PC, dispositivo móvil o consola de alto rendimiento para poder disfrutar juegos de nueva generación.
NVIDIA tiene su propio servicio que ha estado ejecutando, que también muestra hasta qué punto ha llegado la tecnología de transmisión de datos, desde el infortunado lanzamiento de PlayStation Now y los servicios muertos de años pasados. No está basado en un navegador como el de Google, por lo que es un poco menos impresionante en comparación con Project Stream, pero aún funciona bien, siempre y cuando tu conexión a Internet sea lo suficientemente sólida.
Lo que veo aquí es un paisaje que se ha venido vislumbrando desde hace mucho tiempo y se está volviendo real cada vez más rápido. Los jugadores están hablando con sus billeteras, y sus billeteras dicen que las ventas de juegos digitales a menudo son preferibles a las copias físicas. Por supuesto, las copias físicas se están convirtiendo cada vez más en el espacio preferido de los coleccionistas de ediciones especiales; esas que vienen con elementos adicionales puramente físicos. Entre las cifras de ventas, el aumento de los servicios de streaming, y las ediciones físicas especiales, la respuesta es, por el momento, que todavía hay espacio para todos, pero el panorama está cambiando rápido, y es probable que la distribución puramente digital de videojuegos sea el medio preferido de la mayoría de los gamers, en un abrir y cerrar de ojos.
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