Netflix vs. Videogames

Hay una gran batalla en juego en este momento. No es Nintendo vs. Sega, o Sony vs. Microsoft, PC vs. consolas, o incluso loot boxes vs. legisladores europeos. No, la mayor batalla en este momento es la batalla por tu tiempo. Parece obvio, pero solo hay cierto tiempo libre que una persona, un consumidor, tiene. Y cada vez más y más opciones de entretenimiento están demandando más y más de ese tiempo. Como tales, las compañías de entretenimiento, independientemente de su tipo de contenido, están sangrando a través de sus respectivos límites y comienzan a verse como competencia. No hay mejor ejemplo de esto que un campo de batalla que se forma entre dos titanes absolutos en los medios de entretenimiento: Netflix y Fortnite.

¿Cómo diablos pasó esto? Hace mucho tiempo, cuando Netflix se estaba convirtiendo en... bueno, en Netflix, su objetivo era destronar a HBO. HBO era el rey de la televisión de gran calidad, y Netflix quería una pieza de ese pastel. Ahora que ya la tienen.

Netflix es entretenimiento en tu televisor, y bajo demanda. Todos los servicios digitales compiten por el tiempo del consumidor moderno frente a la pantalla, en sus momentos de relajación. Es ahí dónde empieza a chocar con los videojuegos. En particular, con ciertos tipos de videojuegos que demandan tu tiempo, peor no precisamente un tiempo de calidad, de ese que requieren esfuerzo y gran concentración.

Mira por ejemplo juegos como Destiny o The Division. Estos no son juegos para cuando quieres involucrarte con una historia interesante o una mecánica compleja y desafiante. Los juegas cuando quieres escapar de los desafíos de la vida real. Fortnite lleva eso a otro nivel. La gente -niños, adolescentes y adultos- se conectan a Fortnite para pasar un rato con amigos, jugando, chateando, bailando; muchas veces simplemente perdiendo el tiempo, sin prestar atención de si ganan o pierden.

Por eso la competencia por tu atención es tan feroz. Netflix está en la cima de la montaña en entretenimiento de TV. Fortnite está en la cima de la montaña en juegos como servicio. Pero ¿qué pasa con la montaña de todo el entretenimiento en general? Hay más picos para escalar. Y para citar lo qu euna vez le dijo a Netflix a sus accionistas, “ganamos tiempo de pantalla para el consumidor, tanto móvil como por televisión, lejos de un conjunto muy amplio de competidores. Competimos con (y perdemos) contra Fortnite más que con HBO... Hay miles de competidores en este mercado altamente fragmentado compitiendo por entretener a los consumidores".

Hoy más que nunca, el entretenimiento es entretenimiento. Lo que haces con tu cada vez más limitado tiempo libre, debe repartirse en una cada vez mayor cantidad de opciones, tanto pasivas como activas, pero todas con algo en común: necesitan precioso espacio en tu pantalla.

Es por eso que las industrias individuales del entretenimiento ya no son un conjunto amplio de competiciones dispares. Los videojuegos no solo compiten con otros videojuegos. Los servicios de streaming de series y películas son una amenaza tan grande como lo podría ser otro videojuego. Claro, esto siempre ha sido técnicamente cierto, pero ahora lo estamos viendo reconocido en conversaciones entre negocios y accionistas de manera frecuente.